El 1 de marzo entraron en vigor las nuevas etiquetas que clasifican los electrodomésticos en función de su consumo y eficiencia energética.
En concreto estas etiquetas afectan a frigoríficos, congeladores y vinotecas, lavadoras y secadoras, lavavajillas y pantallas electrónicas, clasificando los productos de la A a la G en función se su consumo y eficiencia energética y adaptándose así a los nuevos métodos de ensayo que a nivel europeo se han desarrollado.
Estas etiquetas incluyen un código QR para que el consumidor pueda acceder a la información sobre las características y datos específicos del modelo dentro de la nueva base de datos europea EPREL
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